
En fin, en realidad tengo mucho que hacer, tengo más de 60 páginas por delante para sacar conclusiones. Tengo un montón de papeles por preparar que me atan a la burocracia. Varios mailes por mandar, un viaje al menos por hacer, horas que descontar para desesperar, pero todo esto me aburre taaaanto que voy a perder el tiempo, sí, jaja, allá voy.
Voy a traducir lo que una vez escribí en cosmopolitan femmes, no hay nada como pasar hacia atrás las páginas de un diario, a veces descubrimos que en un momento determinado se nos pasaron por la cabeza auténticas barbaridades. Es entonces cuando nos percatamos de los cambios y nos damos cuenta de que la mayor parte de las veces en la que hemos recurrido a la escritura se debía a la presión, a la depresión, a la desilusión o cualquier cosa más bien mala que acabe con "ión", ¡estoy generalizando claro!
Que vous me manquez, vous le savez.
Que os echo de menos, ya lo sabeis.
A menudo hablamos sobre aquello que queremos hacer, de aquello con lo que soñamos, de lo que ansiamos... incluso si estamos más seguras sobre aquello que no queremos.
Pero, pero no hacemos nada. Estoy cansada... a veces desearía ser una máquina capaz de activarse simplemente pulsando un botón. Pero no. Continúo así, haciendo nada.
Así que... he comenzado ha preguntarme si realmente quiero hacer todo eso que nunca me canso de dicir que quiero hacer. ¿Es posible que me haya engañado a mí misma a drede durante toda mi vida?
Si no escribo no es porque no quiero que nadie me lea, no es por la vergüenza, no es por la falta de inspiración, no es porque tenga montones de cosas que hacer, no es eso ni lo otro... no hay ningún motivo, salvo yo.
El mundo de los sueños se ha borrado para mí. No seré la misma porque la Lorena soñadora está enterrada bajo la capa de las canciones dulces, de las promesas brillantes, de las bonitas tonterías... le echaré de menos, pero ella debe morir... esta parte de otro mundo que me hace actuar en el mundo real como una sonámbula. En el mundo real los sonámbulos son los que más riesgos corren de caer.
Y vosotras, mis pequeñas y eternas soñadoras, no dejeis nunca de soñar... nos encontraremos en la tierna atmósfera donde el despertar no rompe nuestras risas.
A vosotras.
PD: está claro, las traducciones son una caca. Eso o que en francés soy aun más melodramática de lo habitual. Pues eso, a vosotras, para vosotras, siempre.