sábado, julio 20, 2013

No hay Ítaca

No hay Ítaca ni tierra prometida. No hay propósito ni dirección que seguir, ni camino... sólo un viaje, que acaba en muerte. Eso sí, para consuelo, no sabemos cuánto dura, eso hace que uno se pare a contemplar alguna que otra maravilla, a disfrutar de alguna que otra compañía, como si se dispusiese de todo el tiempo del mundo.
Hay viajes duros, hay viajes ligeros. Unos te llenan de ampollas, polvo, agujetas... en otros se viaja en litera. A ratos se va solo, a ratos acompañado. Pero cuando te paras y te preguntas por la razón de tu viaje, llega el absurdo: viajo porque para esto me han echado al mundo.
Ulises tenía un Ítaca, el caminante de Machado tenía un camino, y si nos ponemos, Wolf sabía que tenía una habitación propia y Pinocchio que quería ser un niño de verdad. Sus acciones eran guiadas por propósitos.
Desde que Baricco, en Seda, me enseñó la diferencia entre vivir y existir, no dejo de preguntarme en determinados momentos si en algún que otro momento de consciencia estoy o no estoy viva.
A veces envidio a Ulises. Muchos años tardó en llegar a Ítaca y cuando regresó tuvo que enfrentarse a varios enemigos, el camino estuvo lleno de calamidades y no sacó nada de la experiencia en Troya, salvo, tal vez, la oportunidad de emprender el viaje, pero ¿qué hubiese sido de Ulises sin Ítaca? Ulises no es nada sin su destino.
No sirven de nada las brújulas, las botas, las fuerzas... si no hay Ítaca a la que llegar.

martes, junio 11, 2013

La versión 3.0 de mi misma

Me pilla un poco de sopetón, y eso que hace 30 años que se avecina este momento. 
Hace semanas que no paro, que si trabajo, que si viaje, que si exámenes, que si burocracia, que si reuniones familiares... al final, de lo que menos gana tengo es de celebrar mi cumpleaños. 
No es que no esté contenta por cumplir años, es que hace días que sólo quiero paz. Recuperar la rutina que se rompió hace por lo menos 15 días. 
Marta está empeñada en que tenemos que tener la crisis de los 30. Me da que será peor a los 40 así que ¿por qué molestarse a los 30?. Sin duda, he vivido más que muchos de los que hace 30 años hicieron 30, es decir, cuando nací. Aunque habrá quien piense que no he vivido tanto como aquellos vivieron. 
Ahora es cuando estoy tomando consciencia de que, no se sabe si tendré o no hijos algún día, pero lo que sí se es que seguramente no tendré nietos. En el futuro raro será el niño que tenga abuelo o abuela, si alargamos tanto "la juventud", por llamarlo de alguna manera (mejor decir: esta fase de la edad adulta).
Mañana (aunque ya es hoy) debería dedicarlo a lo que más quiero en este mundo. Espero no sufrir una crisis preguntándome en exceso ¿qué es lo que más quiero en este mundo? porque significará que sigo sin saber nada. Es más frustrante no saber a dónde quiero ir que saberlo pero no saber cómo hacerlo. Porque en esta vida se aprenden muchas cosas, los caminos por ejemplo, pero los deseos, apetencias, inquietudes de uno, lo que le motiva para arrancar el paso y dirigirse con firmeza, con propósito por el mundo, éso solo sale de uno mismo.
Una persona a la que quiero mucho me dice siempre que recupere la ilusión. Yo me pregunto por qué lo dice, porque no me veo tan desilusionada ¿o tal vez sí y no lo veo?
Nunca es tarde para lecciones. Esta noche, la de la madrugada del 11 de junio, me voy a la cama con la siguiente: Menos pensar, más actuar. No te preguntes por qué haces lo que haces, sino procura hacer más lo que te gusta más.
Y para adelante.

martes, mayo 21, 2013

Los cuentos daneses

Me he hecho por fin a la idea, ¡Iré a Dinamarca!
Hasta ahora no me lo creía del todo. Estaba a mi bola, como si no fuese consciente de en qué consisten mis propios proyectos ¡tonta de mi!
Me voy por asuntos de trabajo. Que no se alerte nadie, que sólo me voy unos días. 
La verdad es que desde el domingo, voy saboreando la idea del viaje (y del resto de mi presentación in English). Quiero regalarme el viaje a mí. Estaré con Gude, y lo disfrutaré con ella, pero bueno, es un viaje que hacemos porque "nos sale de los güevos" por así decirlo, pese al trabajo y pese a todo, es NUESTRO VIAJE. 
Como aquel que hice a Sevilla en la primavera del 2010, cuando me regalé la tarde más romántica de mi vida. Puede parecer raro, pero sí, aquel momento lo pasé conmigo, queriéndome, y la verdad es que creo que debería hacerlo más a menudo. 

Si van bien las cosas que tienen que ir bien, cumpliré los 30 y los años que hagan falta con una alegría enorme. Mirar al pasado me hace feliz porque, como explicaba aquí otro día, la que en el pasado fui se sentiría orgullosa de la que ahora soy. Todo pese a mis muchos defectos. Esto de vivir, con todo lo que conlleva, está bien.
Proyectar me hace sentir viva. Me siento tan viva como antes de ir a Asia, ese gran viaje que planeé durante tanto tiempo. A veces la espera es más dulce que el recorrido. Estar en el andén del mundo esperando que algo bueno te ocurra, es una de las cosas más deliciosas de esta vida.


Esta canción, me la dedico a mi y punto ;) como adelanto del ejercicio de auto-amor que haré en Dinamarca.
Quiero disfrutar de la compañía de mi amiga. Quiero pasearme por los canales de Copenhague. Saludar a los personajes de los cuentos tristes de Andersen y tratar de ver en ellos la sonrisa.
¿Quién me iba a decir a mí que visitaría Escandinavia? ya tengo los billetes y además pasaré por Barna y veré a mi amiga Sheila. ¿No es fortuna esta de tener amigos a los que sentir cercanos pese a la distancia?
El tiempo y el espacio no son nada, cuando existe voluntad.

El Báltico me espera. Los bosques espesos. Las coronas. El congreso. El horizonte... va conmigo a donde voy, y yo, no trato de alcanzarlo, sólo de disfrutar de las expectativas que me brinda.

jueves, mayo 16, 2013

Voy a viajar en el tiempo, sentarme conmigo misma y contarme una historia

... como si fuese una gitana, una artista de la quiromancia que sabe de las líneas del futuro. V
oy a mirarme a los ojos, a los ojos que ya no tengo, porque entonces eran más inocentes, y voy a contarme mi propia historia, la que aún estaba por venir hacía 15 años, cuando faltaba la mitad del camino para llegar al punto en el que estoy ahora.
Voy a tomar a esa adolescente renegada y pesimista de la mano y le voy a decir que hay cosas que nunca cambiarán pero que habrá novedades que le sorprenderán.
Le diré que va a ver el mundo que soñó ver y también el mundo con el que no se atrevió a soñar.
Que tiene que estar orgullosa de muchas cosas. Que no merece la pena tener miedo, porque después todo saldrá bien y los años de instituto pasan rápido.
Le daré también las gracias porque hay cosas que han tenido que ser como han sido, pese a todo, para ser. Si la que era entonces lo pasó mal, también aquello tuvo un sentido y también es de agradecer porque inclinó  el mundo hacia algún lado, abrió caminos, levantó muros, vadeó fosos... fuese lo que fuese lo que la experiencia de entonces causó, cual efecto dominó, ha tenido un resultado mejor del esperado hasta el día de hoy.
Le diré que hoy día también tengo miedos. Que soy más feliz mirándola a ella, al pasado, que tratando de atisbar el futuro y hablar con la que allí me aguarda. Pero ella sólo dialogará con la que ahora soy cuando la que ahora soy no sea yo.
Si algo he de contarle a esa niña, como voz de la experiencia, es que la vida es una, que vivir sea interesante para nosotras mismas está en nuestra mano y que nunca, ni siquiera cuando pasemos de los 50 años, deberemos quitarnos años si estamos orgullosas de cómo los hemos vivido.
¡Brindo, pues, por ostentarlos! ¡Por presumir de vieja con vida plena!
Al irme de su lado, antes de tornar a mi época, le diré algo que será raro en sus próximos años, pero que tanta falta le hará oír: Me quiero.

miércoles, mayo 08, 2013

Quizás nos confundimos

Hasta hace un tiempo, lo normal era emparejarse con quien uno debía. Fuese porque lo mandaba la familia, porque lo mandaba la sociedad, o porque uno mismo era pragmático y buscaba ante todo su propio bien.
Tengo un amigo, o tal vez más de uno, que dice (dicen) que el ser humano es egoísta por naturaleza. Yo siempre trato de rebatir estas ideas, pero a menudo me cuesta. 
Volviendo a la senda del discurso, lo que quiero decir es que una mujer con suficiente aire en la cabeza, que aspirase a algo bueno para sí y pudiese despegar los pies de la mugre de la realidad, aspiraba antiguamente a encontrar una pareja, de su edad aproximadamente, que estuviese sano, que fuese bien parecido, trabajador y que le tratase bien. Hoy en día estos requisitos, ya no son forzosamente los del hombre de nuestros sueños, porque el hombre de nuestros sueños debe cubrir ante todo un único requisito: QUE NOS HAGA PERDER LA CABEZA. 
Hay tíos que no merecen en absoluto que NADIE pierda la cabeza por ellos. Hay un montón de seres egoístas, vanidosos, macarrillas, vagos, vividores, maltratadores... robando horas de pensamientos a muchísimas mujeres que se desviven por ellos. De pronto, TODOS QUEREMOS EMPAREJARNOS POR AMOR, y yo me pregunto: ¿NOS ESTAREMOS CONFUNDIENDO?. 
¿Y quién dijo que debería ser así? ¿no estaremos "siguiendo la bola" de las corrientes románticas? el romanticismo y todo cuanto le concierne debía ser una corriente/tendencia y por ello debía ser temporal, pero parece que se ha asentado en nuestra sociedad durante mucho tiempo, acomodado entre los espíritus del capricho y el individualismo, entre las orgullosas afirmaciones de "tengo derecho a", y la rotundidad de lo que cada uno siente. Hace tiempo se consideró que todo lo que viniese del corazón (en la cultura Occidental es de donde etnográficamente se dice que proceden los sentimientos) era mucho más digno y que el que actuaba con él en la mano, lo hacía con más sinceridad que el que manejaba los asuntos con la cabeza. 
Frío se convirtió en sinónimo de cerebral. La frialdad de las personas se tomó como algo despectivo. 
¿Y si todos estos prejuicios hacia el razonamiento y todo esa exaltación del sentimiento son un invento reciente? ¿y si estamos desafiando en estos tiempos modernos a la "ley de supervivencia"?, lo digo porque conozco a más de una idiota enamorada, y porque yo misma "me deshice" del mejor de los partidos "sólo" porque no sentía "lo bastante". ¿Qué demonios es lo bastante?. 
A veces tengo la sensación de que me hayan programado para dirigir los aspectos más profundos de mi vida. Supongo que le ocurrirá a todo el mundo. Estamos educados/atrapados en la normalidad normativizada. 
Quien crea que toma libre e individualmente todas sus decisiones, ignora su condición de obediente cabestro. Quien crea que "las razones del corazón" deben prevalecer por auténticas, correctas, adecuadas, sublimes cuales metas vitales... tal vez se esté confundiendo. Idealizar el amor forma también parte de esta sociedad que nos rodea, también en ello tal vez seamos cabestros, y por ello, perdamos la oportunidad de nuestras vidas que no es otra que la oportunidad de SER FELICES, con alguien a quien queramos, aunque no nos haga MORIR DE AMOR.

sábado, marzo 23, 2013

KINDER JOY. (Porque eres un niño, disfruta jugando pero deja de joder)

Y yo sé que no me quieres porque siempre tengo que decirte las cosas, porque eres incapaz de ponerte en mi lugar, adivinar cómo me siento o ver los signos evidentes, ni siquiera escuchar. Te falta la más fácil de las empatias, esa que tan solo va de "¿qué hago, como me siento yo cuando estoy en su lugar?".
No sé si estoy más asustada de mi ineptitud por creerte generoso o de tu egoísmo, por llevarlo tan camuflado, tan en secreto.
No me convienes, no me convences. Lo que digas se pierde en los silencios que cubres con actos e inacciones. Tus líneas contradicen los contextos ¡grandes contextos, puñados de verdades!, eso de que todo es mentira, que eres incapaz de priorizar de otro modo, que no puedes ponerte en segundo lugar, que lucharías de boquilla por la justicia de todas las sociedades, pero que eres incapaz de tratar con la justicia debida a un individuo que a veces te ha puesto por delante.
Hace tiempo me dije, que sólo querría a quien me quisiese. Tú no me quieres, digas lo que digas, luego, no te quiero.
¿Ves que felices podemos ser cada uno por su lado?
Pues ea, corre, y no quiero volver a verte.

Me recuerdas tantos errores... las memorias me traen tanto malestar de tiempo, dinero y oportunidades perdidas...
¿Cuándo acabará este aprendizaje? ¿Cuándo alguien que de verdad merezca la pena? Basta ya de ensayos y errores ¡que por una vez sea un ensayo y acierto! y que experimente quien quiera y quien deba. Yo no estoy para juegos.
Diviértete, o más literal aún si se puede, enjoy yourself (I will be on my way)

jueves, marzo 21, 2013

Cuando sólo puedo ofrecer pena

Cuando sólo puedo ofrecer pena
más te vale huir de la condena
Estar conmigo trae angustia
estar conmigo, la vida mustia

A mi corresponde llevar estas cargas
lágrimas llevo, de las más amargas
Si me escuchas, huye
que esta gran miseria no te incluye

Que mis pesares no te acompañen
porque mis horas bajas, no te atañen
Causarte mal, aún más me apena
luego obtenemos doble condena