domingo, enero 31, 2010

La verdad

¿Cuál es la verdad? ¿Mi verdad o existe alguna verdad universal? ¿Alguna verdad objetiva? maldita la palabra y aún más el adverbio.
Creo que evito la verdad, la invento y lo más duro es que no me satisface porque lo hago a sabiendas y no caigo en la inventiva por inocencia. Es duro aceptarla.
Hace unos días, hablando con amigos en la Isla de Cuba, dije que envidiaba a la gente que cree, a la gente que tiene fe, porque estoy convencida de que vivir, y hasta morir es más fácil para ellos.
El escepticismo es un club que exige altas cuotas y aun así somos muchos los abonados.
Dudo de lo que veo, dudo de lo que siento, dudo de mi palabra, dudo de la ajena. No sé si alguien podrá hacerse a la idea de lo duro que es no creer en nada, de carecer de verdades, de certezas a las que abrazarse para dejar de vagar en el absurdo.

jueves, enero 21, 2010

Flashdance


Estoy sentada en el banquillo, esperando pasar a la acción. No es como cuando esperaba a Céfiro, cuando ansiaba espectante su llegada para saber hacia a dónde iba a soplar, hacia dónde me llevaría la corriente. Ahora espero tranquila, tal vez sea la típica quietud en medio de la que nos sorprende la tempestad. Los vientos me llevarán esta vez al Sur, por un corto tiempo, no sé cómo será mi estancia ahí pero he aprendido de mis experiencias pasadas que tengo que obligarme a "hacer hogar", lo importante es estar bien. No importa cuánto tiempo me vaya a quedar en un sitio, si estoy mejor echando raíces las echaré. Es muy difícil vivir sin sentido de permanencia, si no lo tengo, he de crearlo. Será mi eje.
Vive hoy como si lo fueses a hacerlo eternamente. Después de todo, incluso lo breve es para siempre.
¡A ver si se va arreglando la cosa!


Sobre el sentido de permanencia he aprendido leyendo "De Amor y de Sombra" (PDF) de Isabel Allende. El libro está bien pero no es de mis favoritos, sin embargo unas líneas al final del mismo se quedaron conmigo y sólo por eso el libro ya ha significado mucho.

viernes, enero 15, 2010

Sin centro de equilibrio

Alguna vez oí eso de "cuidado con lo que deseas porque podría cumplirse", me quedé pensando en ello desde la primera vez que lo escuché. Bueno, deseé incertidumbre, deseé inestabilidad. Algunos me llamaron loca y algunos de los que no lo hicieron se quedaron con las ganas de decirlo. Sigo sin querer estabilidad ni rutina, pero yo esperaba que en la vida incierta que quería vivir tuviese un clavo, algo a lo que agarrarme, un eje sobre el que orbitar para no perder el rumbo. Grasso error. Solo estoy yo, y esta vida que he deseado y ahora recojo como fruto que he cultivado.
Una sorpresa tras otra y ya no sé si voy o si vengo. Hay un aspecto positivo en esto, no merece la pena preocuparme por lo que no me gusta porque tal vez no dure demasiado y no voy a perder el tiempo lamentando.
Tres, cuatro veces he tenido que cambiar el tema de investigación, los planes de futuro a corto plazo, todo. Me pregunto si ésto me lleva a alguna parte o son solo estrategias de mareo para tener sensación de movimiento aunque siga en modo estático.
Otra cosa, ya no creo en el destino, definitivamente no. Ni en las casualidades. Me empeñé en ver cosas que solo existían en mi mente y no he provocado más que pérdida de tiempo. Se acabó el pensar que veo señales. Ni las señales existen ni el futuro está escrito ni se puede predecir.
Por hoy va bien. Si me buscais estaré por ahí dando tumbos.