domingo, enero 31, 2010

La verdad

¿Cuál es la verdad? ¿Mi verdad o existe alguna verdad universal? ¿Alguna verdad objetiva? maldita la palabra y aún más el adverbio.
Creo que evito la verdad, la invento y lo más duro es que no me satisface porque lo hago a sabiendas y no caigo en la inventiva por inocencia. Es duro aceptarla.
Hace unos días, hablando con amigos en la Isla de Cuba, dije que envidiaba a la gente que cree, a la gente que tiene fe, porque estoy convencida de que vivir, y hasta morir es más fácil para ellos.
El escepticismo es un club que exige altas cuotas y aun así somos muchos los abonados.
Dudo de lo que veo, dudo de lo que siento, dudo de mi palabra, dudo de la ajena. No sé si alguien podrá hacerse a la idea de lo duro que es no creer en nada, de carecer de verdades, de certezas a las que abrazarse para dejar de vagar en el absurdo.

2 comentarios:

Mirta Peces dijo...

Ayer en misa el cura hablaba del amor y del ser cristiano..pos por lo visto el buen cristiano tiene que confiar siempre (aunq te des la vuelta y te la estén metiendo por detrás, hablando mal y pronto)..Poco práctico para la sociedad en la que vivimos..Yo tp me creo nada, ni de lo q me dicen, ni de lo q veo, ni de lo q siento..y para mí la verdad siempre la tienen otros, en una mezcla de sentirme inferior. Yo no tengo siquiera mi verdad mía.
Con esto quiero decir que..no estás sola!! :)

dijo...

jajaja sólo sé que todo esto es un verdadero trabalenguas y un verdadero enigma!
;)