lunes, agosto 22, 2016

Inercia inerte

Existir
Vivir
Estar
Ser

Escribir aquí ya no es lo que era antes. Será la edad, será la cautela que otorga la madurez. Tal vez se trate de una absurda timidez.
Me pregunto si existo, vivo, estoy o soy.
Me pregunto si hacerme tantas preguntas me extrae tanto del mundo que ya no pertenezco enteramente a él.
A veces me siento protagonista y a veces, tan sólo espectadora.
Lo que más me asusta es pensar que a menudo asista a un vacío absurdo.

¿Por qué hacemos las cosas que hacemos? ¿por qué luchamos? ¿por qué trabajamos? ¿por qué reímos o lloramos? ¿hay algo en esta vida absolutamente real y auténtico por lo que merezca la pena todo?

A veces, me echo a un lado y contemplo, el tiempo. Como quien espera el tren o el autobús, absorto en la nada, o con las manecillas del reloj, en la parada... ¿esperando qué? ¿es la existencia el fin de la vida por inercia? ¿es entonces la inercia un tránsito hacia lo inerte?

No me siento capaz de nada y ya no veo motivos para querer y/o deber crear, aprender, destacar, laborar... ya no espero nada, salvo ver el tiempo pasar.