¿Soy una alarmista? ojalá...
Sé algo de Historia y si hay algo de lo que estoy segura es de que nos regimos por patrones. Al final, tarde o temprano, todo se repite, con matices que aportan originalidad, claro está.
Desde que el mundo es mundo ha necesitado muerte para generar vida.
Tras cada Belle Époque ha llegado el colapso. El colapso se "solucionaba" con peste, hambrunas, guerra... el superhábit de población quedaba eliminado y los que quedaban, tras alguna generación maltrecha, conseguían salir adelante.
Últimamente no cabe duda de que la guerra es una empresa. EEUU trató de mantenerse a flote con la economía de guerra, una guerra en el Golfo, otra en Irak, otra en Afganistán... se venden armas, se obtienen concesiones, se destruye un país y luego se reconstruye.
Entre las guerras más rentables a la larga para terceros están las guerras que se han desarrollado en Europa.
A veces pienso que los mercados juegan con el continente y de pronto algo ha hecho "click" en mi cabeza y me ha dado por pensar (tal vez sea una paranoia) que pudiera ser que "los mercados" o sean quienes sean quienes estén detrás, quieren provocar una guerra rentable.
Israel y Palestina... no, eso está muy visto. En el Extremo Oriente a día de hoy nadie se mete. No van a provocar nada con Korea del Norte porque China está ahí al lado... aquellas grandes guerras que después se volvieron leyendas de terror fueron las europeas.
Europa siempre fue un polvorín interesante ¿por qué no apretar las tuercas a esa olla a presión que es la Unión Europea?
Se unión por el dinero entre otras cosas, por algo era la Comunicad Económica Europea en principio, luego pensaron que aquello de "económico" sonaba un poco feo y descarado y se apeló a otras cosas que crearan una unión entre los espíritus de las gentes del "Viejo Continente", la economía no había que recordarla porque era un factor que unía ya de por sí.
Una vez creada Europa, crearon a los europeos. Yo soy una víctima de este experimento.
Aprendí idiomas, viajé por Europa, hice mi Erasmus y hasta unas prácticas en la Comisión Europea. Comencé a sentirme unida y afín a un gran número de personas de multitud de países. Sentí incluso orgullo de ser europea. Europa... era un sueño lindo... me encantaba.
Ahora se rompe, y yo la lloro, porque me tragué la parte idílica del discurso, porque si muere también muere una parte de mí.
No veo más que nacionalismos exacerbados y una unidad que se pierde. El egoísmo surge por instinto de supervivencia. La gente se cierra en sí misma y los países en banda. No entienden acaso que estamos ante un cambio global y que sólo la unión puede hacer la fuerza.
No sé si habrá guerra pero estamos volviendo a las dictaduras de la extrema derecha. Ya no puedes manifestarte, ya no puedes apelar a tus derechos laborales, las políticas se basan en la fuerza y el temor, las legislaturas en decretos de Estado. Que alguien componga un Requiem por el Estado de Bienestar.
Las clases sociales han "re-aparecido", el mundo de las ideas se ha radicalizado al tiempo que se polarizaba la sociedad en pobres y ricos. La inflación deja su marca en una moneda debilitada. Si hay guerra será una guerra civil pero a gran escala.
En todas partes la población se divide, las fracturas ideológicas recorren varios países creando grandes fallas que enemistan incluso a antiguos amigos.
Al menos la gente ha dejado de entretenerse con el circo. En este Imperio ya falta tanto pan que el circo no es suficiente para mantenernos ajenos a lo que pasa, no.
Eso sí, las generaciones más cultas y preparadas de la Historia de la Humanidad, en tanto que porcentaje de personas con preparación, no hacemos más que hablar, analizar, tratar de vislumbrar... con los brazos cruzados. Como si lo que creemos leer en nuestra bola de cristal fuese inevitable, o demasiado desagradable como para tomarlo en serio.
No sé qué pasará, pero a día de hoy tengo la impresión de que este mundo se acaba y a mí me han entrado unas ganas locas por vivir.