No siento.
Lo siento.
Haré como si no pensara lo que pienso.
Como si no sintiese ganas de morir cada vez que mato mis deseos.
Mis deseos de ver, de hablar, de oír, de tocar, de expresar.
Pero no.
Lo siento.
Tengo que echar ese puñado de tierra y dejarlo ir. De una vez.
Para siempre.
1 comentario:
llevamos una semana sin hablar y debe ser q me he perdido algo..no sé de dónde viene y dónde quiere llegar ese negativismo. Pero estamos en 2012, Princesa del Palacio de Hielo Derretido, y ahora todo vuelve a empezar!!!
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