sábado, febrero 10, 2007

Las cosas que hay en un bolso que no se limpia a menudo


Bueno paso de todo y me da igual! después de todo poner cosas "secretas" en internet no es de gente muy inteligente...


Venía yo en el tren, porque bueno, ultimamente el tren da pa mucho, pensamientos extraños todos los que querais, es que tengo que volver a llevar lectura y tal o acabo desvariando. Pues eso que venía yo en el tren de vuelta a casa y metí la mano en el bolso a ver cuantos papeles encontraba, mejor dicho, cuantos recuerdos! porque no tiré ni una de las supuestas "mierdecillas" que llevaba dentro.

para empezar:


La dirección e-mail de Adrian el clochard alias Jesucristo! y ya sea de paso, no se llama tampoco Adrian sino Adrien! jajaja pues el pobretón nunca quiso sacarnos del error... claro que tampoco nos dijo que no se llamaba Jesucristo! jajaja


La direccion de Sofia! madre... esa dirección no hago más que encontrarla y perderla.


El folleto del festival super-mega-guay de capoeira, el papelillo que me dio el chino guapo cuando aún babeaba por él. Me acuerdo como si fuera ayer. Él todo sudado preguntandome si le había visto hacer las monerías esas, el sonido de los timbales esos de fondo, la guarry de la camarera del Ailleurs exhibiendose por ahí y Marta intentando juntarnos como cuando tu tia se empeña en buscarte amigas en vacaciones... y encima había que tener conversación mientras se contorsionaba por el suelo... en qué momento me gustó ese tío? ah sí, es muuuy guapo! jajaja


Bueno también encontré un horario de TGV Paris-Hendaye garabateado con un montón de frases para la famosa camiseta que nunca hicimos. Con letra de Luz ponía: "Erasmus à Tours, c'était la vie ça..." pero bueno chata, la idea ni en general ni en particular triunfó.


También me encontré dos chupitos gratis en un bar de Oviedo que espero que aún sirvan, dos consumiciones en Les Trois Orfèvres y atención, el teléfono de unos estriper gays!!! qué hago yo con eso? es que tengo que limpiar más el bolso...


Sin olvidar la factura de una mensualidad en la chambre 126, oh mi pequeña chambre! y también tenía el corcho de la botella de sidra que me bebí con Sandra antes de irme, bueno, no fue la única jajaja pero sí que debió ser la última de aquella temporada.


Luego me acordé de lo fácil que es perder las cosas en mi bolso marrón, o mejor dicho lo fácil que es olvidarse de que las tienes. Como mi pasaporte, que apareció allí después de años sin él y de ir casi ante el juez pa pedir otro por haberlo perdido (es que en comisaría me dijeron que podría usarlo un terrorista pa hacer volar aviones pero no pilotandolos precisamente jajaja), en mi bolso apareció, justo al tiempo que encontré un montón de dinero que no sabía que tenía, el dinero del alquiler de un mes que fui a pagar y no pagué.

Pero bueno estas estupideces sirven para pegarte alegrías, o no?


Y nada, que al final conseguí cambiar la versión del blog, pero mirad que me costó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jeje que bueno robarte el bolso!!!;)je rigole...ms il y a une vie là-dedans...jesucristo!!y todo el resto...que bueeeno!!
y te acuedas, ta chambre était la mienne...jejejeee!
un gros grs bisou ma belleee!
mery