sábado, marzo 06, 2010

Vida novelesca

Me metí en el metro. Me costó salir de casa porque llovía, pero me envalentomé a mí misma porque había quedao y porque la lluvia nunca debe amedentrar a una asturiana.
No llevaba libro así que empecé a mirar a la gente. Por primera vez en mucho tiempo el metro era un remanso de paz y relax ¿sería por ser viernes o sería por cómo llovía? nadie corria, la gente era ordenada y, por supuesto, había menos de la normal. Me llamó la atención un chico con gorrito de lana y el pelo muy muy rizado, parecía salido de un cómic.
Hice trasbordo en Goya. Continué observando a la gente. El corazón se me paró. Era un chico joven, alto, de media melenita, rubio, llevaba una chaqueta roja. No era él. Respiré. Después me sentí estúpida pero esa es la costumbre.
Pasé una velada comiendo pastelitos árabes, bebiendo té y fumando narghile vestida o mejor dicho disfrazada con una camisa de zarista. Después fui a un bar de música en español y pinté mi lengua de escarlata con una piruleta. Me fui antes de que se acabaran los metros.
Volví a hacer trasbordo en Goya. Había muchas parejitas, empecé a mirarles, a fijarme en esas cosas en las que me gusta fijarme y ya sabeis los que me conoceis: la dirección de los pies, las pupilas dilatadas... jugaba a adivinar quien ponía más en la relación, quién iba a follar esta noche y cosas por el estilo. Me llamó la atención una parejita. Él tenía casi acorralada con sus brazos a la chica contra la pared, yo me hubiese sentido agobiada... después oí que hablaban en inglés, seguidamente tuve la certeza de que el chico era francés ¿y qué fue lo que oí? pues algo sobre ese país tan lejano y tan de moda del que no quiero hablar. De pronto me di cuenta de que ese chico era el chico del cómic, yo había vivido su proceso desde pre-ligar a pre-coito por decirlo de un modo poco romántico. Me hizo gracia todo y pensé: bueno, si se bajan en la parada de Esperanza será que es una señal. El metro siguió su trayecto. En Esperanza se fueron del metro y yo me quedé como una boba mirandome en la negrura del cristal con los ojos brillantes y pensando que aunque diese rienda suelta a las lágrimas nadie se daría cuenta porque en el metro la gente evita observar a la gente.

3 comentarios:

Mirta Peces dijo...

:)
ya estamos con las señales??
Lorenilla, banalidad y simplicidad! acuérdate, mujer!
pero me gusta, sí. Y considero que es una señal..ahora hay que desmenuzarla y estar muy atenta..

dijo...

Crees que es señal de que estaba equivocada y no lo he superado?
Crees que es señal de que hay que mirar más a la gente del metro? jaja
Verdad que es una señal bonita?
Igual para la parejilla esa sí que hay Esperanza jaja por lo menos ahí se fueron.

Cuándo te vienes? I miss you and your chorradas!

Mirta Peces dijo...

Pos mira, la señal no es que no lo hayas superao, si no que hay esperanza - el rayito de esperanza, do you remember?? jaja- si no es en él, será en otro..más pronto q tarde.
Pos nu sé cuándo iré. Tengo una entrevista el lunes, el jueves la entrega del premio, el 15 empiezo las clases de inglés, o sea, q de ir iría de jueves a domingo trabajo mediante!
Llamé a los de UGT para que me dieran otra cita, así q cuando me la den, iré.
xx