Les femmes fatale naissent des relations tortueuses

He madrugado con intención de empezar temprano a trabajar. Eso de que a quien madruga Dios le ayuda anima mucho a este tiepo de cosas. Luego he pensado que el dicho no dice nada de que Dios ayude a quien empieza temprano sus tareas así que en el madrugar me he quedado, y aquí estoy, con el dichoso blog que lo mismo es una vía de escape, que un modo de comunicación que una sentencia de muerte para el mundo laboral, si es que algún día estoy en él.

Ya me ha pasado en más ocasiones, no me reconozco, estoy haciendo cosas que nunca antes había hecho y que pensé que nunca aprobaría en nadie. Recuerdo que una vez escribí un cuento muy corto "La fille du coeur brisé", era un cuento pesimista. A día de hoy es mi cuento.

Les femmes fatales naissent des relations tortueuses.

Parece que he cogido una víctima al azar, decidida a hacerle pagar todo lo que me han hecho os de su género. Tal vez se trate de la crueldad humana que finalmente viene a nosotros y nos atrapa, tal vez sea una especie de venganza, quizás no estoy bien de la cabeza, quizás se trata de una nueva víctima voluntaria que va buscando sufrimiento y tal vez algún día se vengue en otra persona inocente. Y así, "la enfermedad" se extiende y se extiende, y todo el mundo sufrirá y hará sufrir en el planeta.