miércoles, febrero 24, 2010

La vida es maravillosa

¿Cuántas cosas se pueden hacer en un día?
Pues dormir en un colchón, tomar una ducha, arreglar unas gafas rotas tras comparar precios y eficacia-tiempo de arrego en ópticas, recoger un paquete en correos, llamar a un instituto que pasa de mí, comer comida árabe, mudarme atravesando Madrid con doña Garfer y arrastrando maletas, ropa colocada, habitación decorada, me voy a la librería, a una presentación de un libro de cocina omaní con degustación de los platos incluida y acabo tomando un café con el subdirector de la casa de Siria en el salón a lo más puro estilo diplomático, mi amiga acaba con cursos de árabe y alemán gratis, puede que también una excavación... y tenemos pendientes unos tés el viernes y unos pastelillos de Siria. Llego a mi nuevo hogar madrileño y las compañeras son aparentemente majas, en casa hace calorcito y lo único malo es que cada vez que alguien usa el secador se bajan los plomos pero a mí me hace gracia. La vida es impredecible y cosas maravillosas ocurren.


Si a esto sumamos la semana de parranda con Marta, mi breve estancia en Barna y el haber podido ver a Olga, a Sheila y a Borja... si pienso que hace un año nadie me hubiese dicho que iría dos veces a Barna, y que hace dos meses nadie me hubiese dicho que hubiese vuelto otra vez...

:-)

... y todo esto, la incertidumbre y todos vosotros haceis mi vida más interesante. GRACIAS.

2 comentarios:

Mirta Peces dijo...

Me alegro, Lorenilla, que las cosas te vayan tan bien y q la vida te sonría!
:)

dijo...

pues duró poco, hoy me sentia sumamente miserable
me he hinchao a comer y sigo
y luego me sentiré peor
he contestao a whiski