martes, mayo 29, 2007

Maldito el día que nos vendieron la moto del romanticismo

Nos vendieron la moto de la damisela en apuros, de las hermanastras malvadas, de los príncipes azules, de las perdices y los banquetes en los que se baila con zapatos de cristal, de los sueños de diez años que detienen el envejecimiento, de las brujas envidiosas, de las princesas encerradas en la más alta torre del más alto castillo, de los caballeros vencedores de dragones...
Chicas... se acabó el soñar con la época de las princesas y con pertenecer a la realiza, pertenezcamos al mundo real.
No necesitamos a nadie que nos rescate de nuestros propios follones, no necesitamos ser las más bellas del baile para ser las más auténticas, ni necesitamos los mejores zapatos para ser las más animadas en la pista de baile.
No tenemos que esperar al beso de un príncipe para despertar, si estamos ya despiertas podremos elegir, o no?
No queremos que nos cuenten cuentos, queremos narrar nuestras propias historias y hacer historia.
Mucho menos tenemos que conformarnos con esperar... en la más alta torre de la más alta irrealidad e infelicidad, oteando por la ventana la llegada del salvador.
Porque nunca nos contaron estos cuentos al revés? como deberían ser en verdad?
Como dice Maria Grazia, viva la "Princesse Metropolitaine" la princesse de nos jours qui n'a pas besoin de rien de bleu!

3 comentarios:

dijo...

Ironías de la vida que voy yo y mango el azul! jaja

mery dijo...

lore como te quiero!estoy sin prince azul, y bastante feliz...tengo mis cuentos y mi mundo personal, estoy en una fase un poco 'orso' (bear!), no soy capable de hacer diferente de como pienso...te quiero, me gusta tu orgullo personal, me gustas asì como eres!un groso groso beso
mery

Anónimo dijo...
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