miércoles, enero 12, 2011

EUFORIA

Vivo y respiro, no sólo existo,

porque tengo un proyecto,

desde ahora todo cuanto hago ha recobrado,

si alguna vez lo ha tenido,

un sentido.



La naturaleza nos indica cuándo no erramos,

cuándo coherentemente obramos,

nos lo dice cuerpo y mente,

simplemente,

porque sentimos bienestar.



Y no miento si digo que desde que planifico ese errar

me veo capaz de trabajar sin cesar,

de acortar los malos tiempos con la anticipación

de esa gran motivación,

que hace que todo valga la pena.



No puedo evitar tener miedo a que se evapore

cuando lo crea acariciar con los dedos

y sólo encuentre el vaho

de la exhalación onírica

de esa gran odisea con la que sueño.


Las ganas, el ímpetu, y la fuerza,
mantendrán al rebelde miedo a un lado
porque como Ulises, tenso los músculos ante lo inesperado
y extiendo las velas para cuando, a su debio tiempo,
las golpee el viento.